Problemas con la tecnología 5G para las comunidades de Vecinos

Problemas de 5g en reformas

Problemas con la tecnología 5G para las comunidades de Vecinos

Desde su “reciente” implementación, sobre todo si vives en un núcleo urbano, seguro que te habrás preguntado cómo afecta el 5G a las comunidades de vecinos o si las antenas pueden resultar perjudiciales en algún modo para los usuarios. Tratamos de dar respuesta a las principales dudas.

El pasado mes de julio tuvo lugar la subasta de las frecuencias del 5G en España, que permitirá extender estas redes por toda la geografía. Con este proceso se espera que su proliferación sufra un importante acelerón en el despliegue de esta nueva tecnología de comunicaciones móviles.

Teniendo en cuenta el revuelo que supuso en su momento la instalación masiva de antenas de telefonía móvil en edificios de todo el país, y la implantación de las tecnologías 3G y 4G, que en la última década han marcado el incremento y mejorar de los servicios de internet de alta velocidad, hemos recopilado algunas de las cuestiones sobre cómo afecta o podría afectar el 5G a las comunidades de vecinos y sus usuarios.
España afronta tras la pandemia el mayor reto económico y social de las últimas décadas. Y lo hace sin dinero en la hucha. Con las cuentas esquilmadas tras un año de ERTE, moratorias, créditos y ayudas directas. El país fía su futuro a los fondos europeos procedentes del Next Generation EU. Pero para desembolsar las ayudas (140.000 millones en préstamos y subvenciones), el Gobierno debe enviar antes del 30 de abril a Bruselas su plan nacional de inversiones y reformas. Bien detallado. Sin su visto bueno, no habrá dinero.

Al participar en el panel “Desafíos 5G, ¿qué sigue para la colaboración entre la UE y la ALC? en el contexto del Foro Económico EU-LAC 2019: Nuevas perspectivas en tiempos turbulentos”, organizado por Bruegel, el think tank europeo especializado en temas económicos, el integrante de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), aseguró que América Latina se está quedando atrás en materia de digitalización.

¿El 5G es seguro para la salud?

“En función de las evidencias científicas disponibles, sí”. Así lo expuso el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) en el informe que publicó en febrero de 2020 sobre el posible impacto de las ondas sobre la salud del 5G.

El CCARS es una institución independiente formado por expertos en diversas especialidades, desde medicina a derecho o ingeniería de telecomunicaciones. Para elaborar su informe realizó una revisión de las investigaciones científicas realizadas sobre los efectos biológicos de las radiofrecuencias, específicamente aquellas utilizadas en el 5G.

Esta concluyó que “cabe esperar que los niveles de exposición previsibles con la llegada de la tecnología 5G no cambien significativamente y, en todo caso, no superarán los límites máximos permitidos que garantizan la salud pública respecto a emisiones electromagnéticas”.

¿Se van a instalar más antenas?

Sí. El despliegue del 5G requiere de muchas más antenas, pero serán mucho más pequeñas que las instaladas en despliegues anteriores de infraestructuras de telefonía móvil, debido a la naturaleza del nuevo sistema.

El reglamento de la Unión Europea también tiene en cuenta el impacto estético que puede tener esta instalación masiva y establece, para pequeñas áreas, unas características físicas para hacer estas mini antenas invisibles a la vista.

Si cambiamos de carretera y subimos a la banda media, en torno a los 2 y 3 GHz, estas frecuencias también son las mismas que las utilizadas en todas las evoluciones de generaciones móviles desde el 1G. Así que si las frecuencias por las que circulan fueran un problema, lo sería desde los años 80 que Moviline llegó a España.
Si la potencia de las antenas es el problema, el 5G es la solución

Cuando hablamos de ondas, estamos hablando de emisión de radiación no ionizante. El mismo tipo de radiación que emiten electrodomésticos tan habituales como frigoríficos, secadores de pelo, la radio, o los antiguos televisores de tubo. Radiación capaz de hacer aumentar la temperatura pero incapaz de romper enlaces moleculares.

Mantener a raya esta radiación está relacionada con la potencia con la que emiten las antenas. Y si las antenas se sitúan más alejadas de la población, necesitarán irradiar con mayor potencia, aumentando el riesgo, si lo hubiese. Por eso, aumentar el número de antenas emitiendo a menor potencia como se propone con el 5G, minimiza la radiación.

Este mismo documento también establece que “no deben poner en peligro la estabilidad de la estructura de apoyo sobre la que se instalan; por consiguiente, su peso y forma no deben requerir un refuerzo estructural de la estructura de sustentación utilizada”.

¿PROBLEMAS EN las comunidades de vecinos por tecnología 5g?

En lo que respecta a tu comunidad de vecinos, has de saber que la nueva Ley de Telecomunicaciones facilita a las operadoras la colocación de repetidores sin necesidad de licencia municipal, ni realización de estudios de impacto medioambiental, ni autorización de la propia comunidad de vecinos.

Esta ley permite expropiar azoteas para instalar antenas de telefonía, algo que ha provocado el rechazo de asociaciones y los propios consumidores ya que deja al ciudadano desamparado.

Más antenas en las calles significa reducir la radiación en nuestras manos

Nuestros teléfonos también emiten radiación para establecer la conexión con la antena, y la potencia de esta radiación también variará en función de la cobertura que nos llegue. En consecuencia, cuanta mejor cobertura tengamos, la radiación del smartphone se reducirá.

Todos los fabricantes de teléfonos reflejan el máximo de radiación para cada uno de sus modelos, que se establece por el SAR.

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